martes, 17 de junio de 2008

Sólo una vez...


Estaba enterrada entre decenas de títulos. El tiempo iba pasando y nuestra indiferencia la hacía cada día más invisible. Pero, por fin, ayer nos encontramos. Por casualidad, como siempre.



Y a partir de este momento, queremos rendirle pública pleitesía.



Porque en Altercosas nos sentimos sometidos por completo al influjo de esta cinta. Hacemos reverencias virtuales a John Carney, a Marketa Irglova y a Glen Hansard. Nos declaramos encadenados para siempre con su sensibilidad y tiranizados por el imperio de la dulzura que desprende. Si esto no es amor…



El haikú:




Garabatos de tinta


que dicta el recuerdo.




Palabras.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Once! Esta peli la vimos en la Sala Montjuïc mientras celebrábamos el cumple de Salo con un picnic perfecto que ella nos preparó. Heidis (mini-bocatas) de salmón noruego con queso para untar, empanada gallega de atún y leonesas de postres... era la noche del 4 de julio y haciendo honor al nombre fue realmente un Cinema a la fresca a los pies del Castell de Montjüic.