martes, 22 de abril de 2008

La contradicción de la contrapublicidad




Leo en Flylosophy un interesante artículo acerca de la contrapublicidad. Es muy completo y me adentro en todos y cada uno de los links que referencian. Para empezar, y para profanos en el llamado “subvertising”, estaría bien acudir a una definición sencilla. Para mí, estamos hablando de publicidad en contra de la publicidad y a través de sus medios. He aquí un par de paradojas, como mínimo, interesantes. La contrapublicidad se presenta, por tanto, como una gran contradicción. En ambos casos existe el anhelo por el poder que otorgan los medios masivos y, al mismo tiempo, la ambición por una parcela de protagonismo en la opinión pública. En el caso de la publicidad y la propaganda (ya sea política o religiosa) ese poder está ampliamente justificado, asumido y criticado. En la contrapublicidad, esas ansias de protagonismo están encubiertas por causas “nobles” o puramente artísticas. Al margen de esta reflexión, reconozco el ingenio de la mayoría de las acciones contrapublicitarias (aunque lo tienen más fácil para ser originales que en el caso publicitario, puesto que, en éste último, las normas creativas las pone el cliente, el director creativo y hasta la abuela del director de cuentas de una agencia). Sorprenden los Ronald McDonald obesos, los logos licuados o los bocadillos en blanco para pegar en las marquesinas publicitarias con mensajes subversivos.

Además, muy interesantes para consultar y extraer vuestras propias conclusiones:

http://weburbanist.com/
http://consumeycalla.wordpress.com/
http://pleaseenjoy.com/
http://www.spy.org.es/
http://www.tapproject.org/




Tu haikú:

Hoy la caracola está muda

¿O fue el mar

que no habló?


Y para la niña ensoñada:


Levantas una muralla azul

entre los dos

Pero no puedes dejar de mirarme.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

marta, marta, marta
marta, ay martaaaaa
¡qué bien que me escribe
mi marta! ¡qué apañaica!

Alterego dijo...

eres tú la niña ensoñada??? jeje