sábado, 6 de diciembre de 2008

La Rosenvinge



Se ha escrito mucho sobre Christina. Demasiado. Seguramente ella se debate entre la tiranía del producto comercial (elaborado, empaquetado y distribuido a las masas) y la originalidad de la sencillez (un bien tan escaso). Y esa dicotomía se le ve a primera vista, como un lunar incómodo en medio de la frente. Es una alterchristina dentro de otra alterchristina. A nosotros no nos gusta todo lo que hace, pero este último disco, sí. Camina de puntillas por la cuerda floja del talento a punto de caer en la tiranía de los grandes almacenes... pero consigue pasar al otro extremo, casi sin inmutarse. De Tu labio Superior, destacamos Nadie como tú y Alta Tensión. Melodías que nos acompañan sin alterar los pensamientos.

El haikú:

Hoy piso charcos.

Espejos blandos

de cielo



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