martes, 29 de abril de 2008

Shellhouse, o el robo de la libertad



Seguimos investigando sobre las relaciones entre la pobreza y la comunicación publicitaria (incluido diseño) y nos encontramos con esta iniciativa que hemos visto en designboom. La “cosa” se llama Shellhouse y, según parece, la artífice, Carolina Pino, tras pensar en ideas ideas relacionadas con la vivienda móvil, aterrizó en Nueva York y, observando la “división de clases”, se iluminó con este infrahumano sistema de “visibilidad” para personas que viven en la calle. Su diseño “Shellhouse” es una estructura portátil equipada con un dispositivo de radiofrecuencia que transmite a las autoridades los datos de la persona que utiliza la “vivienda” (nombre, edad, origen y estacionamiento actual). El objetivo parece que es obtener datos de estas personas para poder ayudarles a escapar de su situación. Se nos plantean serias dudas. Ante todo, es ridículo pensar que van a acceder a llevar su caracol andante. Además, aún es más ridículo, cuando comprobamos que no deja de ser un sistema más de control para mantenerlos alejados de los centros de poder o turísticos. Pero yendo todavía más lejos, si los que no tenían casa, como mínimo, hacían uso y disfrute de su libertad, ahora ya, ni eso. Un intento más de la sociedad de consumo por robarle su independencia al que sólo tiene eso.

El haikú:

La almohada conoce
todos mis sueños.
Si la usas, dale la vuelta.


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