Ayer encontramos una carta de amor tirada en la calle. Estaba escrita en un papel arrancado de una libreta de renglones y doblada sobre sí misma. Alguien la había pisado. No pudimos evitar recogerla. Destilaba tópicos y celebraba 14 años de aniversario, recordando el principio de una relación que parecía mantenerse intacta en el tiempo. Pero justo, cuando el autor/la autora iba a narrar la mejor noche de su vida, se le acabó el papel. Volvimos al sitio donde la encontramos, a ver si estaba la segunda parte, seguramente escrita en otra hojita con renglones. Pero no hubo suerte. Puede que alguien encontrara, ayer, un trozo de carta empezada.
Y, hoy, nos preguntamos cómo pudo suicidarse así ese trozo de carta. ¿Saltó voluntariamente al vacío desde algún bolsillo? ¿Se arrancó desgarradamente de su libreta, destripando así su poesía barata? ¿O fue el propio autor quien se deshizo de ella?
En cualquier caso, hoy apostamos por las declaraciones de amor, en todas su modalidades, ya sean cursis o modernas. Por eso, y coincidiendo con nuestra asistencia este sábado al Pulpop, nos quedamos con esta vídeo amateur, que hemos encontrado en Youtube, de la versión de la canción de Raphael que hicieron Niños Mutantes. Por cierto, cómo nos gustan, los niños mutantes.
El haikú de hoy:
La gaviota
presume
cuando me ve caminando
No hay comentarios:
Publicar un comentario