Ya sabemos que la publicidad está encorsetada, por el poco tiempo del que dispone y por la obligación de ser suficientemente atractiva, que normalmente el mejor atajo acaba siendo el estereotipo, la mejor manera de llegar a un público objetivo algo obtuso. En este caso, los corsés se han apretado tanto que les ha quedado un cliché que da pena. Así describe la madurez de una mujer el discurso publicitario. De p. pena, y perdón por la expresión.
El haikú:
Las gotas pequeñas
nacen de nubes
un poco tristes
2 comentarios:
peasso de "sudoku"...
MAENCANTAO!
PD: Me alegra que hayas retomado el blog
ferrr
Gracias tunante....
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