lunes, 2 de junio de 2008

Sin vistas a nada

triste ventana de un wc de carretera


Por la mañana, al levantarnos, subimos la persiana, corremos las cortinas y dejamos entrar la luz. Pero, día tras día, la rutina lo convierte en un acto reflejo. En realidad, nunca miramos a través de la ventana. Podría estar tapiada. Como nuestro futuro.






Las migas de luz


en la pared.


Intenta comérselas el gato



4 comentarios:

Maite dijo...

q post + triste antonia....x diosss...no digas esas cosas. Aunque lo que es triste de verdad es esa ventana....¿por qué la tapan? tanto molesta que entre la luz del sol....o un pekeño rayo que dé aliento.

Alterego dijo...

¿Tapian para que no veamos o para que no nos vean?

Maite dijo...

nos quieren tener retenidossssssssssssssssssssssss. Realmente pienso que lo hacen para las dos cosas.

hed dijo...

Me ha encantado.
No ver, es justo lo que trato de evitar cada vez que subo la persiana.